Las relaciones humanas se viven en un espacio concreto. El mail, el celular, las redes sociales en internet son espacios de comunicación claramente más lejanos que el baile, la cerveza en grupo, la risa, o el beso. ¿Cuáles espacios usamos para relacionarnos, con qué distancias personales convivimos, cómo construimos y edificamos los lugares de encuentro, los temas compartidos con unos y otros?
Cuando conversamos con otras personas, utilizamos de un espacio determinado donde nos vamos acercando o alejando, estamos en movimiento permanente, como danzando. Observamos que algunos utilizan distancias lejanas (los mails y las secretarias son las vías de comunicación más cercanas en muchas empresas) y se privan de tocarse, de cuidarse, de amarse, de compartir (Blajer). Eso es lo opuesto a la amistad, donde la distancia es la del amor, la de la intimidad sin ocultamientos, la de las conversaciones silenciosas y los secretos gritados al oído.
Hay familias que actúan como grupos. Viven bajo un mismo techo, comparten un mismo presupuesto y una misma educación, pero no se hablan, no se tocan, no se conocen, no se tratan, no confían. Puede ser que las necesidades materiales estén garantizadas, pero no se muestran los mocos ni se habla de los pecados de nadie.
Otras familias actúan como un equipo. Sus integrantes están juntos, no siempre en armonía, pero comparten las ganas de edificar. Se pelean, discuten, se enojan. Pero la envidia y los celos sucumben ante otros valores superiores. Lo he visto y vivido en familias de medianos o escasos recursos económicos, donde las peleas son inevitables, a veces hasta por falta de espacio físico. Pero allí hay calor. A los miembros que pasan un momento difícil se los apoya para que no sumen un dolor al otro.
Las distancias que hay entre las personas son proporcionales al amor que se siente por ellas. "A medida que más amo, más me acerco, más hablo despacio, al extremo que las miradas, los silencios, llegan a ser una vibración, una forma de comunicarse más perfecta. Es que los corazones se juntan"(Blajer).
Lo característico de la amistad es rozarse sin incomodidades. Porque un amigo es uno que está cerca, y a pesar de saberlo todo nos sigue queriendo.
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Muy bueno! Creo que en el amor y la amistad, la distancia y el tiempo son solo percepciones. Cuando un amigo, lo es realmente, está cuando se lo necesita. Es una característica mutua de la amistad. Si uno necesita el contacto o la reducción de espacio, el amigo va ha estar para cubrir eso. Se desarrolla una confianza basada en compromisos tomado y probados.
ResponderEliminarEn el ambiente sociaL y laboral, creo que la clave esta en eso: confianza y compromiso. Mas que en las distancias o los espacios, estos factores desaparecen cuando entre las personas se pone en evidencia la necesidad de que eso suceda. Entonces se forja un compromiso mutuo por reducir espacios y distancias, que generan la confianza de sentir el apoyo del otro.
Anoto lo que escribió Sandor Marai en "El último encuentro", creo que resume muy bien lo que es la verdadera amistad: “el amigo no espera ninguna recompensa por sus sentimientos. No espera ningún galardón, no idealiza a la persona que ha escogido como amiga, ya que conoce sus defectos y la acepta así, con todas sus consecuencias”. Andrés
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ResponderEliminarHernan, muy buenas las reflecciones. Coincido y me siento privilegiado por poder llevar a la práctica tus palabras, no quedándome en este lejano comentario, sino teniendo la posibilidad de decírte lo que pienso personalmente. Un abrazo.
ResponderEliminarHernán, rescato la oración con la que finaliza el cuarto párrafo: "A los miembros que pasan un momento difícil se los apoya para que no sumen un dolor al otro" , porque me muestra el valor de la amistad (de un hermano, de un amigo, de un familiar , de un colega ) en un momento que se pone a prueba.
ResponderEliminarPienso que muchas veces podría ser un mejor amigo y agradezco haber tenido amigos en esos momentos.
Si lo reflexiono en clave de Dios, diría que al animarnos a dar Amor en estos casos difíciles y a estar dispuestos a recibirlo en caso de estar débiles, damos paso a la transformación del Amor con mayúsculas ( Dios ) en nuestros corazones.
Y salir de esa experiencia más grandes, más humanizados, con una mayor coniciencia de la presencia de Dios en nuestras vidas.
un amigo es uno que está cerca, y a pesar de saberlo todo nos sigue queriendo.
ResponderEliminarRescatando esta idea y el comentario de Mariano, podemos darnos cuenta de que la verdadera amistad, y el amor en general, son manifestación de Dios en nosotros sus creaturas.
Porque Él es quien nos conoce y "a pesar de saberlo todo nos sigue queriendo".
Aprovecho para mandarte un abrazo a la distancia -física solamente- querido Hernan
Les agradezco los comentarios. Muchos me llegaron por mail y no aparecen acá. No todos saben moverse en un blog! Nos vamos enriqueciendo mutuamente con perpectivas distintas pero complementerias. Los amigos saben "perder el tiempo", holgarse, con los amigos.
ResponderEliminarUn abrazo!
copio un mail de daniel m.:
ResponderEliminaren verdad estamos muy lejos de los demás, ya nos escribimos una carta, a lo sumo nos enviamos un mail de dos líneas, si tenemos algo que pedir aunque sea sin costo económico,(una oración) nos da vergüenza o nos parece que vamos a molestar. Te lo juro que me lo pregunto muchas veces y también se lo quisiera preguntar a esa persona que pasa a mi lado por la calle hablando sola, y no esta loca, solo le falta una oreja que la escuche. ¿No estaremos mas lejos de Dios y por ende del prójimo?
Qué difícil se hace esto de la amistad en tiempos de supervivencia. que es cuando más hace falta. O cuando estamos corriendo de un lado para el otro.
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